La medicina actual busca alternativas para mejorar la calidad de vida de pacientes con cáncer. La nanomedicina, un campo innovador, se enfoca en estructuras nanométricas para diagnóstico y tratamiento más precisos y menos invasivos. Las nanopartículas son destacadas por su capacidad para transportar fármacos directamente a células tumorales, reduciendo efectos secundarios. Sin embargo, se plantean preocupaciones sobre su seguridad ambiental y biológica debido a problemas de acumulación y toxicidad. La eficacia de estos tratamientos depende de las propiedades de las nanopartículas y los materiales utilizados en su síntesis.
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