
El cáncer colorrectal es una amenaza silenciosa. Diversos estudios internacionales han demostrado que llevar un estilo de vida saludable puede reducir significativamente el riesgo de desarrollarlo. La actividad física regular, la dieta rica en frutas, verduras, fibra y el control del peso son aliados fundamentales. Por otro lado, el consumo elevado de carnes rojas y procesadas, alcohol, fumar y la obesidad son factores que incrementan la probabilidad de alteraciones genómicas y desarrollo de este cáncer. Con base en evidencia científica, se recomienda adoptar hábitos saludables, fomentar la actividad física para proteger nuestra salud y disminuir el riesgo de esta enfermedad.
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