Cuando pensamos en una madre, imaginamos protección y fortaleza. De manera similar, las células madre adultas reparan los tejidos gracias a su resistencia y capacidad de diferenciación. Sin embargo, en el cáncer de próstata (CaP), estas células pueden volverse cancerosas (células madre cancerosas, CMCs), convirtiéndose en las iniciadoras y perpetuadoras del tumor. Su resistencia y mecanismos de supervivencia las hacen difíciles de eliminar. Por ello, las CMCs son un objetivo clave en el tratamiento del CaP y otros tipos de cáncer, buscando erradicarlas sin afectar las funciones esenciales de las células madre sanas.
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