La artritis reumatoide (AR) es una enfermedad en la que el sistema de defensa del cuerpo ataca por error las articulaciones, causando inflamación, dolor y daño progresivo. Fumar cigarrillos empeora esta condición, ya que el humo del tabaco activa células que aumentan la inflamación y favorecen la producción de moléculas dañinas. Imagina esto como un partido de fútbol: fumar es como darle ventaja al rival, ayudándolo a marcar goles en nuestra contra. Evitar el tabaquismo es clave para reducir el riesgo de desarrollar AR o controlar sus síntomas, especialmente en personas con predisposición genética.
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