
Las bacterias son los microrganismos más abundantes del planeta; la mayoría son inofensivas, pero algunas pueden ser patógenas y causar enfermedades. Las infecciones bacterianas patógenas se combaten con antibióticos, aunque su uso inadecuado ha llevado a la evolución de las bacterias, que han desarrollado mecanismos de defensa como la adquisición de ácido desoxirribonucleico o mutaciones permitiéndoles sobrevivir en presencia de antibióticos. La resistencia a antibióticos no solo incrementa las tasas de morbilidad y mortalidad, sino que también genera un impacto en la economía. Por ello, su control requiere acciones coordinadas entre múltiples sectores de la sociedad.
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