
Los alteradores hormonales de origen químico los podemos encontrar en productos de uso diario y pueden afectar tanto a la salud humana como al medioambiente. Los químicos usados para matar plagas empleados en la agricultura y un químico que se usa para fabricar plásticos (bisfenol A) interfieren con el funcionamiento del cuerpo. La exposición a estos químicos se ha vinculado con problemas para concebir hijos y del desarrollo. Reducir su presencia en el entorno es fundamental para minimizar riesgos y proteger la salud pública en un contexto de creciente exposición a múltiples sustancias químicas.
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